En febrero de 2019 han comenzado las obras de la demolición del Vicente Calderón, y podemos decir que están llevándose a cabo tal y como estaba previsto desde el principio. Vamos a explicaros las distintas fases de esta obra y cómo afecta el desvío de la M30.
Debido a las viviendas cercanas y la cercanía con la M30, en el proceso de demolición no se pueden usar explosivos. Por lo cual, debe realizarse pieza a pieza.
El proceso se está llevando a cabo en varias fases, destruyendo el estadio desde dentro hacia fuera.
Antes de comenzar con la demolición propiamente dicha, se ha acordonado toda la zona, instalándose una valla de 2 metros de altura para aislar todo el perímetro y proteger la zona de los posibles daños que se pudieran dar por las obras.
Los operarios han comenzado retirando todos los elementos deportivos existentes en el interior del antiguo estadio: los tornos, las instalaciones eléctricas, el material de oficina y las vitrinas. Los tabiques más finos fueron eliminados con mazas.
Una vez terminada la primera fase, la maquinaria pesada entrará para derribar el anillo interior del edificio. Una vez derribada la zona más cercana al terreno de juego, se comenzarán a derribar las gradas y para ello se utilizará maquinaria especial de demolición. Para evitar todo el polvo que se genera con estas operaciones, los operarios deben regar toda la zona con abundante agua.
A continuación, se hará un parón de 2 meses, para realizar el debido desvío de la M30. Con el objetivo de no influir en el tráfico, ya que en los meses de verano hay menos afluencia de vehículos. No obstante, hablaremos de este desvío un poco más adelante.
Una vez completada la segunda fase, en septiembre está previsto empezar con la urbanización, con la demolición exterior, donde se desmontará la tribuna que hay encima de la M30. Se derribarán las fachadas del Paseo de los Melancólicos, Duque de Tovar y San Epifanio, siendo la grada paralela al río Manzanares la última en ser demolida. La razón es que esta última grada es la que está sobre la M30. Esta fase será la última y constará de 4 meses para hacerse desde que se complete el desvío de la M30.
La prioridad ante todo es la protección y seguridad de toda la zona. Para ello, se han dispuesto de dos meses, antes de la demolición del exterior del estadio, en la que se aísla el perímetro y se da paso al desvío de la M30. El fin es no interrumpir el tráfico manteniendo las condiciones del mismo lo más parecidas posibles a las que eran antes del comienzo del proyecto.
El desvío transcurre por dentro del propio estadio, es decir, el tráfico circulará literalmente donde antes se hallaba el césped del Atlético de Madrid y la fecha prevista para que esté operativo este desvío es mediados de octubre. Esta construcción consta de cinco carriles, los mismos que tiene la M30 en condiciones normales, con protecciones a ambos lados de la carretera para evitar posibles accidentes. Para el acceso a la maquinaria dedicada al proyecto se ha habilitado un paso inferior a través del cual poder acceder al complejo.
En cuanto al itinerario de los camiones, se está haciendo a través de las calles que menos molestan, reduciendo el impacto del paso de los mismos cuando tengan que cargar y descargar material para las obras. Además, una vez que salen del estadio se les lavan las ruedas para evitar la contaminación y el polvo que estos puedan acarrear al exterior de la demolición.
Por lo que, la demolición del Vicente Calderón cuya finalización está prevista para finales de febrero de 2020 se ha intentado llevar a cabo priorizando la seguridad de los más cercanos a las obras. Así como evitando influenciar el tráfico de la M30 para que los que la transitan a diario no se vean afectados en su día a día.
De todas formas puedes consultar todos los trabajos planificados que afectan a la M-30 en nuestra web para que no te pille de sorpresa.