Los vehículos VPM (vehículos de movilidad personal) han ganado popularidad en los últimos años. Seguro que has visto a numerosas personas con patinetes eléctricos de todo tipo. Y es que ofrecen una forma de moverse por la ciudad ágil, segura y ecológica. Su irrupción está siendo rápida y son cada vez más comunes en las grandes urbes. Ante su auge, tienes que conocer las normativas que los rigen y sus principales características.
VPM son las siglas de vehículos personales para la movilidad. Según la Dirección General de Tráfico, se trata de un vehículo con una o más ruedas, monoplaza y de propulsión eléctrica, que alcanza velocidades de entre 6 y 25 kilómetros hora. Usa baterías de hasta 100 VCC y dispone de un cargador de hasta 240 VCA.
Sus características están adaptadas para circular en entornos urbanos, pero con algunas limitaciones. Por ejemplo, no puedes usar vías interurbanas o autopistas. Esto se debe a que su velocidad está limitada a 25 kilómetros hora, lo cual queda garantizado por un sistema antimanipulación del motor eléctrico. Cuenta con dos frenos independientes, uno de estabilización en aparcamiento. Además, la mayoría pueden plegarse.
Cada uno de los vehículos tiene un marcaje identificativo único que proviene de fábrica, así que no lo confundas con una matrícula de coche, por ejemplo. En su interior se indica la velocidad máxima que puede alcanzar, el número de serie, del certificado, fabricación, la marca y el modelo. Asimismo, todos llevan un porta identificador en la parte trasera, que sería el código registro del VPM.
El patinete eléctrico es el VPM más representativo, pero hay una amplia variedad de estos vehículos en circulación. Todos ellos están recogidos en la normativa de la Dirección General de Tráfico y son estos:
Los VPM estaban regidos por las diferentes normativas municipales. Cada ayuntamiento era el encargado de regular el uso de estos vehículos. Sin embargo, a partir de enero de 2021 se estableció una normativa para todo el país: el Real Decreto 970/2020. Este modifica el Reglamento General de Circulación y el de Vehículos en materia de medidas urbanas de tráfico.
En algunos casos, este Real Decreto es más restrictivo que las ordenanzas municipales, aunque deja a los ayuntamientos cierto margen de actuación. Así que si quieres circular con tu propio VPM tienes que conocer una serie de apartados fundamentales.
Las diferentes normativas cuentan con un régimen sancionador, por lo que, sí, pueden multarte al usar un VPM. Estos son algunos casos:
Para concluir, los vehículos personales para la movilidad suponen una revolución en la movilidad urbana. Te permiten llegar a donde quieras, aunque tendrás que respetar las normas del ayuntamiento y la de la DGT. Además, dispones de una amplia variedad entre los que elegir y que te ayudarán a cuidar el medio ambiente.