Las técnicas de vialidad invernal de las carreteras son básicas para garantizar la circulación y la seguridad de los conductores y usuarios. La nieve y el hielo son los dos principales factores que afectan a la circulación en esta época del año. Es importante aplicar las técnicas adecuadas para prevenir y eliminar su acumulación en la calzada. Y para poder llevar a cabo estas tareas se ponen en marcha dispositivos especiales.
La prevención es la mejor forma de garantizar la seguridad en las carreteras. Así, mediante la realización de diferentes acciones a lo largo del año se consigue dar seguridad a las vías de circulación cuando llega el invierno. Incluso cuando se proyecta una carretera es necesario tomar una serie de medidas que reduzcan el riesgo de generación de placas de hielo y acumulación de nieve.
Dentro de estas medidas existen cuatro técnicas imprescindibles, tanto durante la construcción como en las labores de mantenimiento de las vías. Gracias a ellas podrás circular con seguridad en los meses invernales:
El uso de fundentes para nieve es una de las medidas más habituales en técnicas de prevención. Se trata de productos naturales o químicos que cuentan con propiedades que evitan la congelación del agua o ayudan a deshacer la nieve.
Existen una gran variedad de productos empleados para esta función. El cloruro sódico es el más común de ellos, de hecho, lo conoces comúnmente como sal. En la actualidad, se aplica como una salmuera para lograr que se mantenga más tiempo sobre el asfalto. Así, se evita que las rodaduras de los coches lo expulsen hacia los laterales. Su eficacia se reduce cuando se alcanzan temperaturas inferiores a los 5 grados bajo cero.
Otro producto muy usual es el cloruro de calcio, un derivado de la sosa cálcica. Su eficacia llega hasta los 35 grados bajo cero, pero cuenta con un inconveniente, pues la adherencia de los vehículos se reduce al utilizarlo sobre la carretera, lo que supone un riesgo. Para compensarlo se mezcla con cloruro sódico para conseguir un resultado intermedio que trabaje a una temperatura inferior sin perder tanta adherencia.
Pese a todas las medidas preventivas que se aplican en las carreteras, la formación de placas de hielo o la acumulación de nieve es inevitable. Es en ese momento cuando se ponen en marcha medidas para su eliminación y reducir su impacto en la circulación.
El hielo es uno de los elementos más peligrosos con los que lidiar en la carretera. La principal herramienta frente a él son los tratamientos preventivos, pero si se acaba generando es necesario el uso de otras opciones. Para ello se emplean los fundentes, de los que ya hemos hablado anteriormente. En estos casos, se prioriza el cloruro de calcio por su mayor eficiencia a menor temperatura.
Para acabar con la nieve de las carreteras hay que hablar de dos técnicas diferentes:
Por norma general, se usa el tratamiento negro, ya que el tratamiento blanco se limita a carreteras de muy bajo tráfico o zonas como puertos de montaña en situaciones muy adversas.
La vialidad invernal en carreteras comprende una serie de técnicas y estrategias destinadas a garantizar la seguridad y funcionalidad de las vías durante el invierno, cuando las condiciones climáticas adversas como la nieve, el hielo y las bajas temperaturas pueden dificultar el tránsito vehicular. Con el objetivo de evitar poner en riesgo los desplazamientos y seguridad de los conductores, se ponen en marcha tanto medidas preventivas como correctivas gracias a los dispositivos especiales de vigilancia y actuación de estas fechas.