La reparación de baches en el asfalto es una de las actuaciones más comunes en el mantenimiento de las carreteras. El paso del tráfico rodado provoca el desgaste del pavimento que termina por derivar en un problema que puede suponer un riesgo para la circulación. Su reparación rápida y efectiva, siguiendo los pasos adecuados, ayuda al conjunto de la sociedad. Es imprescindible contar con una empresa profesional que se encargue del mantenimiento integral de las diferentes vías de circulación, las cuales son básicas para tus desplazamientos.
Para llevar a cabo estos trabajos es vital seguir un proceso eficiente. Gracias a ello, la reparación contará con la calidad suficiente para soportar el paso del tiempo y el estrés al que se la somete por la circulación continua de los vehículos.
El primer paso que llevamos a cabo cuando reparamos un bache en la carretera es la limpieza del punto. Mediante cepillos y otras herramientas especializadas eliminamos la suciedad y el polvillo que se acumula en la zona debido a la circulación. Gracias a ello, los diferentes productos que debemos aplicar se adherirán de una forma más efectiva.
Para asegurar que la reparación resiste el paso del tiempo y es duradera, es necesario aplicar una imprimación específica. Para ello, se emplea un producto especial que prepara la superficie para los siguientes productos. El agarre aumenta, permitiendo que la superficie sea capaz de asumir el volumen de tráfico que circula sobre ella sin dañarse.
Llega el momento del aglomerado. Esta mezcla especial para las carreteras está conformada por asfaltenos, resinas y aceite. Se trata de un material duradero que cuenta con una gran adherencia. A la hora de verterlo es importante darle más altura que la del pavimento final, ya que en el proceso de compactación y secado se encoge el asfalto en frío.
Mediante maquinaria específica, conocida como rodillo, se procede a compactar el aglomerado para asegurar su uniformidad y nivelarlo. Realizar este proceso de manera eficiente ayuda a crear una superficie segura para la conducción.
Para terminar el proceso es necesario un último paso, que es clave para permitir la circulación de vehículos mientras se produce el proceso de curación del asfalto. Esparcimos arena sobre la superficie reparada para evitar que los neumáticos de tu coche se adhieran al asfalto y puedas circular con tranquilidad.
A la hora de afrontar la reparación del asfalto aparecen tres tipos de reparaciones con base a la periodicidad con la que se llevan a cabo las tareas de conservación de carreteras:
Los baches de asfalto son un problema de las carreteras que puede poner en riesgo a los conductores y dañar los vehículos. Repararlos de la manera adecuada permite alargar la vida útil de la infraestructura y garantizar la seguridad de todos. Para ello, es importante seguir los pasos adecuados y llevar a cabo tareas de reparación de manera periódica.