Llega el calor y muchos conductores preguntan qué pasa si llevas neumáticos de invierno en verano. Los expertos lo tienen claro: no se recomienda su utilización en los meses más calurosos, o en zonas cálidas, puesto que están fabricados con compuestos que hacen incompatible la circulación durante los meses estivales.
Este tipo de neumáticos están pensados para el invierno, sobre todo en lugares donde son frecuentes las heladas o temperaturas mínimas inferiores a los 7 grados. Te aportamos más detalles sobre el uso de este tipo de neumáticos en los meses más calurosos.
Ahora que ya sabes que no se recomienda utilizar los neumáticos de invierno en verano, toca realizar algunas reflexiones y contar los motivos. A continuación, señalaremos las principales características de este tipo de neumáticos:
Pasemos a detallar los inconvenientes de llevar este tipo de neumáticos durante el verano.
En invierno, llevar este tipo de neumáticos tiene una consecuencia claramente positiva: el agarre en condiciones extremas es más elevado. Sin embargo, con el calor, la resistencia a la rodadura es mucho mayor al no cumplir el asfalto con las condiciones para el neumático.
Por lo tanto, directamente, se consumirá mucho más carburante para intentar darle más fuerza en el movimiento al neumático. No solo eso, además estarás «quemando» más gasolina, por lo que emitirás más emisiones contaminantes a la atmósfera.
Como es lógico, un mayor consumo de combustible lleva aparejado más gasto para mover nuestro coche, por lo que estaremos desembolsando más dinero en los meses en los que, tradicionalmente, más personas se mueven en sus vehículos y hacen distancias más largas.
Otro de los problemas que hay que considerar es que el desgaste será mucho mayor. Y es que los compuestos con los que está hecho el neumático están pensados para el invierno y las temperaturas bajas, además de pensar en que el asfalto estará lleno de placas de hielo y nieve.
Así, el neumático quedará desgastado más rápido, por lo que se tendrán que realizar visitas periódicas al taller para comprar o arreglar los neumáticos. El desembolso extra de dinero será destacado también por llevar los neumáticos de invierno en los meses estivales.
Desde que se popularizaron este tipo de neumáticos, se han realizado decenas de estudios sobre ellos. Los estudios han constatado que la distancia de frenado en invierno se reduce de manera considerable, pero que en verano ocurre lo contrario si se llevan puestos estos neumáticos.
Así, la distancia puede ser hasta el doble de lo que sería con neumáticos acordes a la época del año mencionada. Por lo tanto, es un riesgo intolerable para tu seguridad y la de los tuyos, además de la del resto de los usuarios de las carreteras.
De igual forma, hay que destacar lo más importante con respecto al neumático y la inseguridad, que es la falta de tracción. Los neumáticos son los que se encargan de transferir la energía del coche a la superficie de la carretera. Y cuanto mejor sea la tracción, mejor será el agarre. Por lo tanto, se producirá un fallo importante de adherencia si se usa un neumático que no sea adecuado, y con diferencias de temperaturas o condiciones atmosféricas podría derivar en un accidente de tráfico.
Recuerda que los neumáticos anchos tienen más dificultad para abrirse paso por la nieve que los que son más estrechos. Para compensar esta falta de propulsión, el dibujo cuenta con bloques de surcos más estrechos y anchos, que consiguen que la nieve quede expulsada del neumático y que previamente se acumula en las líneas del neumático. Estas características no encuentran su función en verano.
Siguiendo con los dos puntos anteriores, llevar el neumático para el invierno en los meses más cálidos puede suponer problemas de seguridad. Es habitual que surjan algunas burbujas o deformidades en la rueda, por lo que quedarán deterioradas. Esto conlleva una caída de la seguridad con el consiguiente riesgo de sufrir un accidente en carretera.
Ahora que sabes qué pasa si llevas neumáticos de invierno en verano, debes saber que existen neumáticos que combinan los dos tipos sin problema. Estos son los llamados neumáticos all season, y son la mejor opción para todo el año si al llegar las temperaturas más altas no quieres realizar el cambio de los neumáticos. De todos modos, te recomendamos que siempre tengas en mente cuándo se debe cambiar un neumático.