Seguro que si alguna vez has conducido con lluvia, has notado cómo tu coche pierde estabilidad y agarre debido al aquaplaning. Este fenómeno provoca la pérdida de control del automóvil, y una vez que se inicia el hidroplaneo nada lo puede parar. Es una de las principales causas de los accidentes en días de lluvia o condiciones meteorológicas adversas. Pero realmente, ¿qué es el aquaplaning y cómo se evita?
El aquaplaning o hidroplaneo es un fenómeno físico que provoca la pérdida de contacto de las ruedas de tu coche respecto a la superficie de la calzada. Este peligroso efecto se produce por la acumulación de agua delante de los neumáticos. La capacidad de respuesta del neumático al entrar en contacto con la capa de agua tiene tres etapas según la velocidad del vehículo:
Para evitar el riesgo de aquaplaning te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos.
Los cambios bruscos de velocidad son tu peor aliado. Conduce en los días lluviosos de forma suave y moderada, esto te ayudará a evitar sufrir aquaplaning. Recuerda que una capa milimétrica de agua es capaz de levantar tu coche y a veces sin lluvia, el asfalto puede tener agua estancada. Por ello, en situaciones de lluvia o asfalto húmedo recomendamos reducir la velocidad.
La situación aquaplaning, como hemos explicado, provoca inestabilidad en la dirección de tu coche. En este punto, es importante mantener la serenidad y no realizar giros bruscos con el volante, más bien mantenerlo quieto y firme. Si te encuentras en una curva gira el volante lo justo para describir la forma de la curva.
Saber cuándo se deben cambiar los neumáticos de tu vehículo y su correcto mantenimiento influye decisivamente en tu seguridad. Por ello deberás realizar las siguientes revisiones:
Por lo que, recuerda que las consecuencias directas del aquaplaning son la pérdida de control del vehículo y el aumento de la distancia de frenado. Para evitarlo no olvides mantener una velocidad constante y moderada, sin giros de volante. Además, cuando vayas a repostar gasolina aprovecha para revisar la presión y el desgaste de los neumáticos.