Las obras de soterramiento de la A-5 y la construcción del Paseo Verde del Suroeste comenzaron el pasado 11 de octubre y afectarán al tráfico en la zona durante los próximos meses. Con esta intervención, se busca prolongar el bulevar peatonalizado de la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer, en un tramo de 3,2 kilómetros. Con el objetivo de minimizar las repercusiones de estas obras en la rutina de los ciudadanos, el Ayuntamiento de Madrid ha elaborado un plan de movilidad por el soterramiento de la A-5, en colaboración con la Comunidad de Madrid.
Dado el alto nivel de complejidad técnica y organizativa de esta obra, el plan de movilidad se ajustará en función del avance de los trabajos. Conforme se desarrollen las distintas fases, se ocuparán uno o varios carriles de la A-5 según las necesidades, lo que reducirá la capacidad de circulación.
El objetivo principal del soterramiento de la A-5, que tiene un plazo de ejecución de 25 meses, es devolver a los vecinos el espacio ocupado por la A-5, una autovía que divide el distrito de Latina desde 1968 y por la que transitan diariamente 80.000 vehículos. Se estima que la circulación de vehículos en superficie disminuirá en un 90 %, lo que contribuirá también a la reducción de las emisiones contaminantes.
Además, el proyecto mejorará la movilidad en transporte público, la fluidez del tráfico y la seguridad vial en la zona, reduciendo los problemas de congestión en las conexiones con el Paseo de Extremadura, Batán y la Carretera de Boadilla.
Otro de los aspectos clave de la intervención será el fomento del uso de la bicicleta, con la creación de un carril bici bidireccional semaforizado de 3,5 kilómetros que enlazará con el actual en la avenida de Portugal y con Madrid Río. Asimismo, se ampliarán las aceras y se incrementarán las conexiones peatonales de 16 a 33.
Las obras se han dividido en dos tramos principales:
Los trabajos impactarán el tramo comprendido entre la avenida de Portugal y los alrededores de la avenida del Padre Piquer. En la zona de obras, la velocidad máxima permitida estará limitada a 50 km/h.
Desde el 18 de noviembre de 2024, se han llevado a cabo labores preliminares que han causado afectaciones menores. Sin embargo, las principales repercusiones en el tráfico han comenzado con el inicio de las actuaciones principales del proyecto, el pasado 15 de enero de 2025, y con previsión de extenderse hasta el verano de 2026. Durante este periodo, la capacidad viaria de la A-5 se reducirá a la mitad.
A lo largo de las obras, se mantendrán operativos dos carriles por sentido. No obstante, desde el 20 de enero y hasta el 1 de febrero de 2025, en horario nocturno (de 23:00 a 06:00 horas), la capacidad del viario en sentido salida se verá reducida en un 75 %, permitiendo la circulación de un solo carril por sentido.
Se recomienda a la ciudadanía priorizar el uso del transporte público y evitar en la medida de lo posible la circulación por la zona en obras. Para ello, se han definido rutas alternativas adaptadas a distintos tipos de desplazamientos.
Desde el 15 de enero de 2025, varias líneas de autobuses urbanos e interurbanos verán alterados sus recorridos. Entre ellas, las líneas EMT 33, 36, 39, 65 y N19 modificarán temporalmente sus trayectos. Se recomienda mantenerse informado a través de la web del Consorcio Regional de Transportes de Madrid.
Desde el 9 de febrero de 2025, cinco pasos inferiores peatonales se verán afectados. Se han habilitado rutas alternativas debidamente señalizadas en la vía pública. Estos son los pasos inferiores afectados y las rutas alternativas:
Desde el 27 de enero de 2025, de manera progresiva, se verán afectadas alrededor de 116 plazas de estacionamiento en la calle Sanchorreja.
Para minimizar el impacto de las obras, se pondrá en marcha un dispositivo especial con la Policía Municipal y Agentes de Movilidad, quienes garantizarán la fluidez del tráfico en la zona. Además, se implementará un protocolo de cierre de accesos al túnel de la A-5 en caso de congestión severa, coordinado entre el Centro de Control de Túneles de M-30 y la Policía Municipal.
Antes de implementar cada fase del proyecto, se realizará un análisis detallado del tráfico mediante herramientas de microsimulación. Se emplearán datos proporcionados por sistemas de navegación y telemetría, para optimizar las estrategias de desvío y minimizar el impacto en la movilidad. Además, se reforzará la señalización en vías de alta capacidad cercanas a la A-5. Esta medida ayudará a los conductores a elegir la mejor ruta según su destino.
En resumen, si bien las obras implicarán afectaciones al tráfico durante su ejecución, se han diseñado planes específicos para minimizar su impacto, promoviendo alternativas de transporte público y estableciendo rutas viales alternativas tanto para trayectos de largo recorrido como para el tráfico local.