El drenaje de carreteras adecuado es muy importante para la seguridad de los conductores. Su ausencia no solo puede causar inundaciones, sino que da lugar a situaciones peligrosas al transitar por ellas. Las obras de drenaje exigen una cuidada planificación para que sean seguras, viables y eficientes. A continuación, te explicamos todas las claves de la construcción de los sistemas de drenaje en las vías, para que conozcas la base de la seguridad cuando conduces por carretera, por mucho que llueva.
Un drenaje apropiado en la carretera previene el fenómeno conocido como aquaplaning, que consiste en la formación de charcos sobre la superficie. Esto provoca que cuando los vehículos transitan a cierta velocidad, la superficie resulte más resbaladiza, con las negativas consecuencias para los conductores. Además, resulta efectiva para lo siguiente:
Para planear una obra de drenaje es necesario llevar a cabo un estudio geológico previo, teniendo en cuenta las características topográficas, el comportamiento de las corrientes e infiltraciones de la zona, el tipo de obra que se va a acometer, etc. En concreto, se atiende a los siguientes aspectos.
Son las características físicas del terreno, como la localización de la carretera respecto del terreno natural en que se encuentra, que puede ser en terraplén, desmonte o a media ladera. Igualmente, se considera el tipo del relieve existente (si es llano, accidentado u ondulado). Otro factor que incide en el drenaje es la disposición de las pendientes respecto a la carretera.
Según el tipo de terreno en el que se encuentre la carretera, se puede producir erosión, corrimientos o inestabilidad del terreno, así como inundaciones. Por ello, se estudian características como la estratificación, la permeabilidad, la compacidad, la homogeneidad, la estratificación y la vegetación.
Las irregularidades en la geología se corrigen con contrafuertes drenantes u otros refuerzos. Estos elementos son adecuados para suelos con cierta cohesión y fácilmente excavables. Los contrafuertes pueden colocarse antes, durante o después de la obra.
Conviene estudiar la cuenca hidrográfica a la que pertenecen los terrenos donde se sitúa la carretera, es decir, el territorio continental drenado por el mar, un río o un lago. También el caudal y el nivel de las aguas subterráneas que puedan infiltrarse en las capas inferiores. En ocasiones, se recurre a los registros históricos para conocer los caudales de agua que han pasado por la zona y determinar el riesgo de inundación.
Ahora que ya hemos hablado de todos los factores y motivos que fundamentan las obras de drenaje, te exponemos cuáles son estas construcciones exactamente. Se componen, principalmente, de los siguientes elementos.
Entre ellos destacan las cunetas (zanjas que se construyen a ambos lados del camino para recibir y conducir el agua de la lluvia) y los cauces (canalizaciones estrechas a los bordes de la calzada para tomar y reconducir el agua superficial y de escorrentía hasta un elemento de desagüe).
Seguro que conoces los sumideros, que son los tipos de desagüe más frecuentes. En las zonas urbanas, destacan las alcantarillas. En zonas semiurbanas no suele haber. En su lugar se hacen obras de drenaje para conducir el agua a cauces naturales cercanos, como los ríos, y se evacúa el agua por medio de colectores.
En vías interurbanas, zonas rurales y fuera de poblaciones, se planifica el drenaje del agua siguiendo el cauce natural por el que iría el agua si no existiera carretera.
En la actualidad, existe un nuevo desafío para los planes de obras de drenaje de carreteras: la sostenibilidad. Para compensar el impacto ecológico que tiene la construcción de una carretera, es preciso gestionar las aguas procedentes de la lluvia en su totalidad, para conducirla hasta la parte baja de las cuencas y reutilizarla.
Así, ya existen los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS), que proponen incorporar novedosas técnicas para manejar la filtración, infiltración, laminación, almacenamiento, etc., tanto en el paisaje urbano como en el interurbano y rural.
El drenaje de carreteras tiene una gran influencia en la construcción de una carretera. La prioritaria para ti, como conductor, es la seguridad. Para contribuir a ella, no olvides moderar la velocidad cuando la carretera está mojada. De este modo, evitarás el temido aquaplaning.