Las sanciones de tráfico han evolucionado adaptándose a los tiempos y, debido a ello, hoy día podemos ver algunas multas raras por cometer infracciones que ni conocemos. Si bien es verdad que la seguridad al volante es lo primero, existen algunas curiosidades en algunas sanciones. Sigue leyendo para conocer más acerca de estas sanciones y ya de paso evitar cometer infracciones que nos cuesten disgustos y dinero.
Hemos preparado una selección de las 10 sanciones de tráfico más extrañas por las que nos pueden multar, siendo estas solo algunas de las más llamativas. Presta atención e intenta adivinar si has cometido alguna en todos los años que llevas conduciendo.
Las playas de España son un bien muy apreciado y, además, estamos rodeados de ellas. Por ello aparcar de manera intencionada en una de ellas se puede llegar a multar con hasta 6.000 euros.
Ser coqueto o coqueta al volante puede suponer 200 euros de multa y 2 puntos de carnet. Muchas personas aprovechan los semáforos para hacer otras cosas como maquillarse o comer, algo que está absolutamente prohibido.
Muchas veces cuando estamos al volante no somos capaces de controlar ciertos instintos, como mordernos las uñas. Además, a veces otros conductores pueden sacarnos de quicio, lo que nos puede llevar a cometer infracciones que llegan a suponer 80 euros, como hacer una peineta por la ventanilla.
El uso del móvil es una de las infracciones más comunes y de las sanciones más castigadas, pero también pueden multarnos por estar estacionados usando dicho aparato.
Esta sanción puede ir desde los 30 a los 3.000 euros y esto es algo que muy pocas personas saben que se pueda sancionar. El riesgo y peligro que supone para el mobiliario urbano justifica la multa. Si quieres dejar tu coche niquelado, acude a un lavadero o lugar autorizado.
Al igual que las muestras de odio pueden costarnos una multa, también los gestos de amor hacia el copiloto son sancionables con 80 euros. Debemos tener en cuenta que podemos apartar nuestra mirada de la carretera al realizar una de estas muestras de cariño, lo que supone un peligro.
El claxon puede suponer un incordio para muchas personas y es que en muchas ocasiones se usa de manera indebida, generando contaminación acústica sin motivo alguno.
De la misma manera que el claxon es molesto, la música a todo volumen puede molestar a los demás ciudadanos.
Más que una multa de tráfico, se trata de una cuestión de civismo, no se deben tirar objetos por la ventanilla del conductor (ni de ninguna otra) ya que además de estar ensuciando la vía podemos distraer o entorpecer la circulación de otros vehículos.
Muchas veces no prestamos atención a la comodidad a la hora de conducir. Unos tacones o unas chanclas pueden suponer un riesgo para la conducción y pueden provocar accidentes serios.
Tras repasar todos estos ejemplos parece más sencillo cometer infracciones que no cometerlas, por lo que a partir de ahora lo más prudente es hacer solo aquello que sabemos que sí se puede hacer. Así evitaremos entrar a formar parte del club de los que ha tenido que pagar estas multas raras, y sobre todo, por mantener nuestra seguridad al volante.