El estacionamiento incorrecto es una de las infracciones más comunes en las ciudades de España, afectando tanto a conductores como a la fluidez del tráfico y la seguridad vial. Aunque no implica la pérdida de puntos en el carnet, las multas por aparcar mal pueden llegar a ser muy costosas, con importes que varían en función de la gravedad y la normativa municipal correspondiente.
Las multas por aparcar mal suponen una sanción económica que oscila entre los 80 y los 200 euros. No obstante, si se realiza el pago dentro del período voluntario, el importe puede reducirse un 50%. Eso sí, optar por esta reducción significa renunciar a la posibilidad de presentar una reclamación posterior.
El Reglamento General de Circulación recoge las normas fundamentales que rigen tanto las paradas como los estacionamientos, pero delega en las ordenanzas municipales de cada ayuntamiento la regulación específica de estos aspectos.
Antes de entrar en detalle sobre las multas relacionadas con el aparcamiento, es importante entender la diferencia entre una parada y un estacionamiento. Se considera parada cuando un vehículo se detiene durante un tiempo inferior a dos minutos y el conductor no abandona el habitáculo. Por el contrario, el estacionamiento se refiere a una detención prolongada, en la que el vehículo permanece inmóvil por más de dos minutos sin la presencia del conductor.
El capítulo VIII del Reglamento General de Circulación establece las normas generales para las paradas y los estacionamientos. Dentro de este, el artículo 94 detalla 16 situaciones en las que está prohibido estacionar, clasificándose estas como infracciones leves o graves, dependiendo de su gravedad. Algunos de los casos incluidos son los siguientes:
Los ayuntamientos también pueden determinar restricciones adicionales, como horarios específicos para zonas de carga y descarga. Si un vehículo estaciona en un vado o interfiere significativamente en la circulación, los agentes de la autoridad pueden solicitar la intervención de la grúa para retirar el vehículo, lo que supone un gasto extra para el propietario.
Otra situación que puede derivar en multa es exceder el tiempo de estacionamiento permitido en zonas de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER).
Cuando vuelves a tu coche tras haberlo aparcado en un lugar prohibido, lo más habitual es encontrar un aviso en el parabrisas con el importe de la sanción. A partir de ahí, el procedimiento es el siguiente:
Puedes realizar el pago en oficinas bancarias, por teléfono, en el ayuntamiento o a través de Internet. Si recibes la multa durante un viaje por carretera, los agentes de la Guardia Civil pueden ofrecerte la posibilidad de abonarla con tarjeta en el momento.
Si optas por recurrir la multa, revisa cuidadosamente los detalles de la infracción, como la ubicación o la matrícula del coche. Errores en estos datos pueden invalidar la sanción. También es útil recopilar pruebas que respalden tu reclamación.
En las zonas SER, el aviso que encuentras en el parabrisas no es una notificación oficial. Sin embargo, si se ha superado el tiempo abonado, puede evitarse la multa pagando una tarifa en el parquímetro. Si recibes la sanción oficial en tu domicilio, el importe dependerá de la ciudad (por ejemplo, en Madrid es de 90 euros, o 45 euros con descuento).
Estacionar correctamente no solo evita sanciones económicas que pueden ser elevadas, sino que también contribuye a una circulación más segura y ordenada en las ciudades. Las normativas sobre parada y estacionamiento son esenciales para garantizar el respeto entre conductores, peatones y el transporte público. Sin embargo, en caso de recibir una multa, es importante conocer los procedimientos adecuados para su gestión. Con un poco de atención a las señales y normativas locales, los conductores pueden evitar este tipo de sanciones y reducir molestias en su día a día.