La Ley de Movilidad Sostenible 2023 establece, en realidad, finales de 2024 como la fecha clave para su puesta en marcha. Esta ley cuenta con un consenso bastante amplio entre los grupos políticos por lo que no se esperan dificultades para su validación. El objetivo es lograr una movilidad sostenible real que mejore la calidad del aire.
¿Conoces los fundamentos de esta ley? Esta normativa se apoya en cuatro pilares fundamentales para su puesta en marcha en la sociedad, se trata de los siguientes.
Aunar movilidad y derecho social implica una obligación por la que es necesario asegurar el acceso a todas las personas a medios de transporte sin importar su situación geográfica o económica por todo el territorio. Para ello pueden usarse tanto medios públicos como privados, como los incluidos en el concepto de movilidad como servicio.
Gracias a este reconocimiento se consigue garantizar la igualdad de oportunidades en otras áreas donde la necesidad de los desplazamientos es básica. Esto incluye el acceso a servicios como educación, salud o empleo, entre otros. Hay que recordar que la falta de transporte limita el acceso a muchos servicios básicos.
Para dar este giro y que el ciudadano se convierta en el centro de la movilidad se crea el Sistema Nacional de Movilidad Sostenible. Este organismo consultivo y cooperativo desarrollará las directrices para la nueva planificación, además de una herramienta digital para garantizar el acceso a la información de toda la red de transportes.
Este pilar se centra en los tipos de transporte a fomentar. Para ello se busca el uso de medios con las menores emisiones y el más bajo impacto ambiental posible. Esto supone mejorar la calidad del aire al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Gracias a ello toda la sociedad se beneficia al vivir en un ambiente mucho más saludable.
Uno de los aspectos clave dentro de este pilar son las alternativas de movilidad urbana. Las ciudades son uno de los grandes focos de emisiones y la sustitución de vehículos de combustión por modelos eléctricos es fundamental. Para lograrlo se promueven los autobuses eléctricos o los vehículos de movilidad personal.
El otro eje de este pilar se centra en el transporte de mercancías y la logística tanto en entornos urbanos como interurbanos. Se desarrollarán políticas que inciten a las empresas a dar el paso a vehículos con menores emisiones.
La digitalización es otro de los puntos clave de la norma. Para ello se usará el Espacio Integrado de Datos de Movilidad, para que las empresas de transporte, gestión de infraestructuras y administraciones puedan volcar sus datos. Gracias al uso de nuevas tecnologías como el Big Data se tomarán decisiones más eficientes para que las actuaciones en el transporte deriven en una mayor eficiencia.
Además, se creará un espacio sandbox, un espacio de pruebas de movilidad. Gracias a ello se implantarán medidas a corto plazo y se generarán protocolos para que las administraciones públicas se valgan de ellos para la implementación de las medidas.
Por último, para poner el foco en el viajero se buscará dotarlo de información de todas las posibilidades con las que cuenta para realizar sus desplazamientos. Para ello, las aplicaciones y la conectividad serán claves. Desde su teléfono podrá planificar rutas y, a largo plazo, adquirir billetes en un solo lugar, facilitando su movilidad.
Optimizar la inversión en el servicio ciudadano es el pilar final de la Ley de Movilidad Sostenible. La idea es utilizar los recursos disponibles de forma eficaz y eficiente para que la calidad de vida de las personas mejore.
Todo empieza por un sistema de financiación del transporte público adecuado y acorde a los nuevos tiempos. Además, se busca dotarlo de estabilidad a largo plazo para reducir la incertidumbre de la financiación anual y conseguir reducir los costes por parte del Estado.
También se buscará invertir en nuevos proyectos que tengan como objetivo mejorar la movilidad sostenible en todos sus aspectos. Se ofrecerá financiación a iniciativas privadas que puedan contribuir a hacer efectivo este derecho social. Todo ello se complementa con la transparencia y la participación ciudadana. Los datos y la inversión realizada estarán disponibles a través del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para su consulta pública.
Los cuatro pilares básicos de la Ley de Movilidad Sostenible buscan transformar la forma en la que te desplazas. El objetivo es crear una movilidad eficiente basada en transportes respetuosos con el medio ambiente. La previsión es clara y, a finales de año, veremos cómo se aprueba en el Congreso.