Si estás pensando si se puede llevar una cámara en el coche en España, es interesante que conozcas algunos de los detalles legales que necesariamente debes cumplir para llevar a cabo esta acción. La colocación de una dashcam o cámara on board, que es como se las conoce, es un asunto peliagudo y siempre es fundamental saber qué dice la ley al respecto de las mismas. ¿Es legal instalar una cámara en el coche? Lo cierto es que la respuesta no es ni afirmativa ni negativa. Dependerá de algunas cuestiones.
La Ley de Protección de Datos (LOPD) y la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) destacan que «el tratamiento de imágenes de carácter personal requerirá el consentimiento inequívoco del afectado, salvo que la ley disponga otra cosa”.
Teniendo en cuenta este dato, básicamente, la respuesta a si es legal instalar una dashcam o cámara on board, en un principio sería no, puesto que una cámara colocada en un coche va a poder recoger datos personales de terceros en espacios públicos.
Es decir, podrá grabar a otras personas sin su consentimiento. Visto desde ese punto de vista, es evidente que no se podría utilizar una cámara en el coche, puesto que la grabación continuada de un particular a otros está prohibida por ley.
Sin embargo, existen pequeños detalles que podrían quedar al margen de la normativa general. Por ejemplo, si se graba de forma puntual o si la cámara se activa y desactiva a petición. En ese sentido, se estaría hablando de videovigilancia si el vehículo está aparcado, mientras que si se graba de forma puntual se estaría utilizando el aparato al modo de una GoPro, es decir, como recuerdo o testigo de un viaje.
En el caso de las cámaras instaladas en espacios privados: “no podrán obtener imágenes de espacios públicos salvo que resulten imprescindibles para la finalidad de vigilancia que se pretende, o resulte imposible evitarlo por razón de la ubicación de aquellas”, según reza la Agencia Española de Protección de Datos.
Por tanto, será legal siempre que la grabación se active en caso de producirse un suceso en concreto, o cuando se activen de forma manual y captando las imágenes solo en planos en los que aparezca el frontal del vehículo.
Si la cámara está colocada de forma que solo realice tareas de videovigilancia en el interior del vehículo, se entiende que es un uso privado de la misma y que no se está grabando a terceros, por lo tanto, sí se podría colocar.
Según destaca la Dirección General de Tráfico (DGT), en España sí es legal llevar una cámara en el vehículo, pero solo si las imágenes que se graban son para uso doméstico. O sea, que sí puedes colocar una cam on board en el coche, pero está terminantemente prohibido difundir las imágenes que se graben ni utilizarlas fuera del espacio privado.
Aparte de eso, es importante que tengas en cuenta que, si manipulas el aparato con el coche en marcha, entonces sí que te podrán poner una multa, lo mismo que si te pones a hablar con el móvil mientras estás conduciendo. Esta infracción está penada con 200 euros y la retirada de tres puntos del carnet de conducir.
Es obvio que se trata siempre de un uso doméstico o privado de la cámara instalada en el coche. En el momento en que ese sistema de grabación trasciende de la esfera privada, ya sea por subir las imágenes a Internet o para utilizar lo grabado como denuncia de una infracción de tráfico, por ejemplo, entonces se entenderá que se ha trascendido la esfera privada y que se ha vulnerado el derecho a la intimidad de terceros y su honor. En el uso que se haga de las imágenes está la clave.
Teniendo en cuenta todos estos supuestos, no puedes utilizar las imágenes como pruebas tras haberlas grabado con una dash-cam para presentar en la celebración de un juicio por accidente. La ley establece que la grabación en la vía pública es una competencia que sólo concierne a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Habría que determinar claramente si la grabación que se ha realizado se ampara en los principios de idoneidad, necesidad y proporcionalidad para que esta fuese aceptada como prueba en un juicio.
En suma, instalar una cámara en el coche con el interés de tener esas imágenes como testigo de un viaje es perfectamente legal, siempre y cuando sean únicamente de quien las graba y no aparezcan terceros que no hayan dado su consentimiento de manera explícita. Si la llevas como medida testimonial en caso de accidente, es más recomendable que sepas cómo rellenar un parte amistoso correctamente.