Juan Torres, nuestro Jefe del Departamento de Atención a Incidencias y Vigilancia, ha participado en la II Conferencia Internacional sobre la Explotación y la Seguridad de los Túneles de Carretera celebrada en octubre en Granada.
Emesa ha participado en la II Conferencia Internacional sobre la Explotación y la Seguridad de los Túneles de Carretera y VIII Simposio Nacional de Túneles y lo hizo para hablar del trabajo que la compañía ha dedicado y dedica a la formación y preparación de su equipo humano en materia de resiliencia.
Una explotación de 430 millones de vehículos al año y más de 620 millones de usuarios, donde entran una media de 1.000 vehículos, pudiendo llegar en las horas punta a los 2.500 vehículos, como es la M-30, hace que se necesite estar preparado para poder dar una respuesta rápida ante cualquier adversidad. Para alcanzar ese equilibrio entre seguridad y tiempos mínimos de actuación es clave poder ofrecer una respuesta interdisciplinar basada en la formación. Por ello, EMESA invierte en la formación de sus trabajadores más de 10.000 horas anuales, tal y como explicó Torres.
En EMESA somos muy conscientes de que la resiliencia del equipo humano complementa y potencia la seguridad y el funcionamiento de las infraestructuras, y cobra especial relevancia en los túneles por su idiosincrasia y particularidades. La resiliencia se utiliza para sobreponerse a las situaciones adversas y permite obtener crecimiento personal y desarrollar el potencial que todos los seres humanos tenemos dentro. Además, la falta de resiliencia puede jugar en nuestra contra en el peor de los momentos, ya que es precisamente en las situaciones límite cuando más requerimos de este recurso para no perder la compostura.
Por todo ello, el jefe de Atención de Incidencias y Vigilancia ha compartido con los asistentes al encuentro celebrado en Granada las tres líneas estratégicas sobre las que trabaja Emesa en favor de la resiliencia:
Con los resultados obtenidos se diseña un plan estratégico que trabaja 4 puntos principalmente: Fomentar la participación en equipo, mejorar la comunicación interna, reforzar el sentimiento de empresa y fomentar la proyección exterior.
En conclusión, desde EMESA se trabaja bajo la premisa de que la resiliencia del equipo humano potencia y complementa la seguridad de la explotación y el mantenimiento de las infraestructuras, máxime cuando la infraestructura tiene particularidades como la de un túnel.