Sufrir un accidente de tráfico puede ser algo muy dramático, pero contar con hojas de rescate es vital para que no resulte aún peor. Cualquier medida es poca para intentar evitar los accidentes, una de las causas de fallecimiento más habituales en nuestro país.
Solemos dar una gran importancia a la prevención de accidentes. Pues lo cierto es que la mejor manera de evitarlos es prevenirlos. Pero pocas veces nos centramos en la importancia de saber reaccionar ante un accidente y en aquella información que puede determinar que esa reacción sea rápida y eficaz. Para ello existe la hoja de rescate.
En caso de accidente de tráfico, las hojas de rescate permitirán que los servicios de emergencia decidan cómo actuar en el proceso de evacuación según la marca, modelo y el año de fabricación del vehículo.
Las estadísticas dicen que una hoja de rescate colocada en un vehículo y facilitada a los bomberos ayuda a decidir el modo en que tendrá lugar el rescate de manera rápida en más del 60% de las emergencias.
Y, por si fuera poco, existe un dato escalofriante que se complementa con este: hasta tres cuartas partes de las víctimas mortales en accidentes de tráfico fallecen en menos de una hora después del suceso. Esto nos muestra lo importante que resulta actuar con rapidez.
Las hojas de rescate reúnen información acerca de los vehículos como la marca, el modelo y el año de su fabricación. Los servicios de emergencia pueden así acceder rápidamente a la ficha técnica del vehículo y su manual de instrucciones, y determinar cómo abordar el procedimiento de evacuación.
Consultando estas especificaciones, los equipos de rescate ven rápidamente las zonas de corte adecuadas de los coches. De esta manera determinarán dónde cortar una chapa o agujerear el vehículo para poderlo abrir. Lo que en momentos críticos se traduce en tiempo.
También obtendrán información sobre el modelo de coche accidentado, para que les sea posible conocer con qué tipo de mecanismo cuenta una puerta que necesitan forzar, por ejemplo.
Teniendo en consideración que su objetivo es dar información en situaciones complicadas, hay que colocarla en un lugar visible pero sin riesgo de perderla. Debemos plantearnos que la persona que la busque en nuestro vehículo debe localizarla enseguida.
Por eso es aconsejable que llevemos más de una copia, esto nos permite guardar la original con los demás papeles del coche. La mejor manera de colocar la segunda copia es mediante un adhesivo en el propio parasol, una zona que se puede consultar en la mayoría de los casos a simple vista desde el exterior. Para más seguridad, podemos colocar un adhesivo en nuestro parabrisas que avise a los servicios de emergencias de que contamos con ella.
Todas las ocasiones son pocas para repetir la importancia vital de las hojas de rescate. Y es que un simple vistazo a su contenido, se puede llevar una evacuación más rápida y segura, y salvar la vida del conductor y sus acompañantes.