El ensayo Marshall permite desarrollar mejores carreteras. Su aplicación afecta al porcentaje de asfalto utilizado, el cual debe disponer de una estabilidad y deformidad adecuadas al terreno. De lo contrario, su efectividad se vería reducida y la circulación del tráfico estaría comprometida.
Gracias a los resultados de esta prueba es posible fabricar mezclas asfálticas de manera rápida y sencilla, algo que facilita el proceso de construcción de nuevas vías. Dada su importancia, a continuación vas a conocer en qué consiste este método.
El también llamado método Marshall tiene su origen en los años 40. En aquel entonces, el Departamento de Carreteras del Estado de Misisipi (EE. UU.) quería desarrollar un nuevo método para el control de mezclas bituminosas. Buscaron una forma para que el proceso fuera sencillo y rápido de aplicar en el campo. El responsable del proyecto, quien le daría nombre, fue Bruce G. Marshall.
Marshall desarrolló su procedimiento utilizando una serie de probetas cilíndricas, las cuales se sometían a la acción de una carga diametral. Además, se les aplicaba una velocidad constante y en cada tubo se usaba un ligante diferente. El resultado de la prueba arrojó un gráfico específico con las propiedades que manifestaban las mezclas bituminosas empleadas.
Asimismo, se usa el PG-3 (Pliego de prescripciones técnicas para obras de carreteras y puentes) para encontrar los valores entre los que deben estar las propiedades analizadas. Estas se relacionan con la categoría de tráfico y sirven para establecer el contenido adecuado.
El método se centra en determinar la estabilidad, la deformación y los huecos presentes en la mezcla y los áridos.
A los resultados de este ensayo, se les debe aplicar las prescripciones que marca el PG-3 para la mezcla y el árido. Así se establecen los porcentajes mínimos y máximos de los ligantes.
El método requiere de un equipamiento para llevarlo a cabo. Se necesita una máquina para aplicar la carga vertical, moldes de preparación de muestras, un sujetador para estos, un martillo de base circular, un depósito para las pruebas de estabilidad y un medidor de escurrimiento.
El método Marshall es de gran ayuda para construir carreteras. Esto se debe a que contribuye a determinar la composición de la mezcla asfáltica que hay que usar, ya que es el resultado de combinar materiales asfálticos con agregados pétreos en diferentes proporciones. Cada una permite desarrollar un firme con unas propiedades adaptadas al tipo de tráfico. Por ejemplo, este es el tipo de asfalto de la M-30.
Las mezclas asfálticas se dividen en calientes y frías, en función del método de construcción que se utilice. También existen varias categorías según los parámetros que presenten, como por fracción de agregado pétreo en la mezcla, proporción de vacíos o por la granulometría. A su vez, cada una de ellas cuenta con subcategorías.
En conclusión, el ensayo Marshall es una herramienta de gran importancia para la construcción de carreteras. Al permitir determinar las propiedades óptimas de una mezcla bituminosa es posible confeccionar firmes muy específicos. Gracias a ellos, puedes conducir con tranquilidad y con seguridad.