Algo tan sencillo como conocer la diferencia entre una curva y cambio de rasante puede suponer una gran diferencia cuando estás al volante. En la carretera, siempre es necesario tener todos los sentidos enfocados en la conducción. No obstante, si además de ello eres capaz de reconocer todos los elementos que tienes a tu alrededor y saber actuar cuando los encuentres, el riesgo de sufrir accidentes en carreteras será mucho menor.
Lo primero de todo es conocer qué es exactamente un cambio de rasante. Según el reglamento de circulación, se define como la unión de dos tramos de carretera, donde ambos tramos tendrán una diferente inclinación. En pocas palabras, se trata de un tramo con una cierta pendiente en la carretera que, a pesar de parecer algo totalmente normal, puede suponer muchas dificultades para los conductores si se le añaden varios elementos peligrosos.
Por todo ello, es importante conocer las diferentes situaciones y factores que puedes encontrar en un cambio rasante. Has de saber cómo hay que actuar en cada momento, aunque siempre te encontrarás una señal de cambio de rasante que te advierta de esta circunstancia en la carretera.
Una curva en las carreteras es todo tramo no rectilíneo. A pesar de esta sencilla definición, existe toda una ciencia para determinar las curvas y facilitar la conducción. Se ha de tener en cuenta la extensión de la curva para favorecer un giro de volante más suave. También se considerarán otros muchos factores, como un radio de curvatura reducido, el estrechamiento de la calzada, el deslizamiento, etc.
Las curvas de visibilidad reducida tienen muchos paralelismos con los cambios de rasante. En ambos, tanto el estacionamiento como los adelantamientos están prohibidos y la visibilidad es muy importante. Si tienes en cuenta estos factores, lograrás afrontar los cambios de rasante de la mejor manera.
La carretera puede presentar muchos peligros si no se conduce de la manera correcta. Sin embargo, como has visto, solo hay que fijarse bien en todos los elementos de la carretera y afrontarlos como es debido. Reducir la velocidad o no estacionar en los cambios de rasante son acciones que pueden salvar muchas vidas siguiendo unas normas básicas de seguridad vial.