Emesa mira hacia un futuro sostenible mediante el uso de productos más respetuosos para el medio ambiente y opta por la aplicación de corcho proyectado para la conservación de las estructuras de la Calle 30.
El corcho proyectado es un material formulado a base de corcho natural molido, resinas y pigmentos orgánicos, lo que lo convierte en un material ecológico, cuya principal materia prima proviene de una fuente tan renovable como los alcornocales de nuestra península.
Además de un inmejorable aislante térmico y acústico, el corcho proyectado impermeabiliza al mismo tiempo que deja transpirar, creando una película protectora de unos 3 mm de espesor que encapsula y protege a la estructura. Su buena adherencia a cualquier tipo de material y su acabado estético, hacen de este material una solución polivalente para diferentes tipos de estructuras y patologías.
Las acciones climáticas (como la lluvia o el viento) o la presencia de agua debido a filtraciones entre elementos de la estructura (juntas constructivas o goteo de elementos de drenaje) pueden afectar a los paramentos de hormigón o metálicos de las estructuras, dañando las propiedades de los materiales y disminuyendo por tanto la durabilidad de las estructuras. Como consecuencia, las estructuras pueden presentar diversas patologías como, eflorescencias o manchas de humedad que pueden evolucionar a lajaciones, fisuras o desconchones.
La actuación de mantenimiento ordinario que se define para para proteger al hormigón frente a los efectos perjudiciales del agua es el tratamiento de la zona afectada mediante la aplicación de nanotecnología de hidrofugación. Este tratamiento es incoloro por lo que en ocasiones tras la proyección del producto se requiere repintar la zona tratada con pintura compatible para conseguir un acabado estético. En el caso de los paramentos metálicos, la actuación de mantenimiento ordinario definida consiste en chorrear con agua a presión o arena a la superficie afectada, posteriormente aplicar una capa de imprimación a base de copolímeros acrílicos y a continuación pintura anticorrosión.
Como alternativa a este sistema de impermeabilización, surge el corcho proyectado.
Calle 30 ha sido pionera en promover materiales ecológicos, sentando uno de los más importantes precedentes en nuestro país en proyectos de rehabilitación de obra civil, como fue la rehabilitación de los apoyos a media madera del Puente de Avenida del Mediterráneo sobre M30 realizado en 2017.
Durante el año 2018, como parte de las actuaciones de mantenimiento que se realizan todos los años en las estructuras presentes en Calle 30, Emesa ha introducido el tratamiento de impermeabilización mediante corcho proyectado como sistema de protección en diez puentes de fábrica y tres pasarelas peatonales metálicas.
En conclusión, el corcho proyectado se usa para aislar, impermeabilizar y encapsular materiales evitando generar residuos tóxicos e innecesarios, siendo así respetuoso con el medio ambiente. Por ello, Emesa ha optado por este material para rehabilitar y realizar las labores de mantenimiento en las estructuras de la M30.
Ortofoto M-30 con la localización de las estructuras tratadas con corcho proyectado
Equipo de trabajo aplicando corcho proyectado
Detalle del acabado de la membrana de corcho proyectado
Foto antes de la actuación en puente perteneciente al enlace con A-2
Foto después de la actuación en puente perteneciente al enlace con A-2