En muchas ocasiones, necesitamos conducir con remolque, ya sea para realizar una mudanza o transportar de manera cómoda y segura aquello que necesitemos. Sin embargo, las dudas nos invaden cuando nos enfrentamos a ello, pues el desconocimiento suele ser generalizado. Por eso, queremos resolver todas esas dudas.
Fundamentalmente existen dos categorías de remolques: ligeros y no ligeros.
La primera vez que utilicemos un remolque nos sentiremos incómodos y poco seguros. Es una consecuencia lógica de la inexperiencia, pero todo se aprende con la práctica. Eso sí, debes tener estos conocimientos básicos previos.
Acude a un taller de confianza para que realicen el anclaje o te asesoren, y asegúrate de contar con un remolque homologado dotado de tarjeta ITV.
Valida que la presión de los neumáticos y el sistema de alumbrado están bien y se adecúan a la MMA.
Sitúala entre 10 y 20 centímetros por delante del eje de las ruedas, para potenciar la estabilidad del conjunto.
Algunos remolques pueden limitar tu visión por lo que, en ocasiones, es necesario instalar retrovisores adicionales.
Realizar la maniobra de marcha atrás se convierte en una experiencia completamente diferente, por lo que no te queda otra que ensayar en un lugar seguro en el que no haya tráfico.
La distancia de frenada aumenta entre un 15 y un 20 % por la transferencia de carga. Así, debes circular más lejos de lo habitual respecto al coche delantero.
Ojo con las curvas cerradas: abre el giro y circula más despacio.
Conducir con remolque tiene unos límites de velocidad inferiores a los generales:
Sobre todo si sopla el viento y durante los adelantamientos a camiones. Sé más prudente que nunca. Un golpe de viento lateral puede hacerte perder el control de tu vehículo. Y no olvides que llevas peso extra, por lo que tu aceleración y tu velocidad se verán mermadas.
Lo primero que debes hacer es comprobar que, realmente, tu coche puede llevar un remolque y de qué tipo. Para ello verifica la MMR (masa máxima remolcable) en la documentación de tu auto. Así, por ejemplo, los fabricantes de algunos híbridos recomiendan no hacerlo.
Existen dos tipos principales de enganche: los de estructura fija (que no se pueden desmontar) y lo que incluyen una parte fija y otra inmóvil.
Para colocar ambos tipos deberás seguir las instrucciones del fabricante y, preferentemente, para evitarte problemas o complicaciones, acudir a un taller especializado de tu confianza.
Para conducir un coche con un remolque con MMA inferior a 750 kg, o con otro mayor o igual a 750 kg que sumado al peso en vacío del coche no sobrepase los 3500 kg, es suficiente contar con el permiso B.
Ahora bien, si el peso del remolque excede los 750 kg o el peso global se sitúa entre los 3500 y los 4250 kg, tendrás que contar con el B96.
Por último, el permiso B+E es el necesario para pesos superiores.
Como ves, conducir con remolque requiere aumentar la precaución, practicar y conocer las peculiaridades específicas de este planteamiento.