Para aliviar el tráfico durante períodos de alta densidad, como las salidas en vacaciones, los puentes o las horas punta en grandes ciudades, existen los llamados carriles adicionales o carriles antiatascos. Estos carriles ayudan a reducir y descongestionar el tráfico en esos momentos críticos. Veamos qué son y cómo utilizarlos correctamente para una mayor seguridad.
La DGT dispone de cuatro tipos de carriles especiales diseñados para mejorar la fluidez del tráfico: carriles en sentido contrario al habitual, carriles adicionales, carriles VAO y carriles reversibles. Cada uno de estos carriles tiene una serie de normas de circulación que especifican el tipo de vehículos que pueden usarlos, la velocidad permitida y la iluminación necesaria para su utilización.
En el caso de los carriles adicionales, son carriles extra que se añaden temporalmente para mejorar el flujo del tráfico y aumentar la capacidad de la vía a través del uso de los arcenes. Así se añade un carril en un sentido determinado, generalmente en el sentido de circulación que se encuentra colapsado.
Estos carriles pueden encontrarse en autovías y autopistas, además de carreteras principales de un único carril para aumentar su capacidad (son más frecuentes en este último caso). Suelen utilizarse en lugares donde hay un alto volumen de tráfico, como zonas de peaje, o rampas de entrada y salida.
Ahora que entendemos qué son los carriles adicionales, es crucial saber cómo utilizarlos adecuadamente para garantizar una conducción segura y eficiente. Aquí te ofrecemos algunos consejos y orientaciones útiles:
Los carriles adicionales suelen estar bien señalizados con carteles y balizamiento específicos. Es vital que prestes atención a estas señales para saber cuándo y cómo utilizar estos carriles.
Los pueden utilizar todos los vehículos: desde motocicletas hasta camiones, pasando por autobuses y turismos. Sin embargo, tendrán restringida la circulación aquellos vehículos que siempre tienen prohibido circular por la calzada y deben de ir por el arcén: vehículos de tracción animal, vehículos especiales, bicicletas y ciclomotores.
Carriles adicionales ▶ Conoce cómo se forman, qué vehículos pueden usarlos y las normas para circular por ellos. https://t.co/fcAE37bS6E pic.twitter.com/PyCvJT8ZX4
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) August 18, 2019
Es importante mantener una velocidad adecuada al utilizar los carriles adicionales. No debes exceder los límites de velocidad y, al mismo tiempo, debes evitar conducir demasiado lento, ya que esto puede causar congestión y aumentar el riesgo de accidentes. Ajusta tu velocidad según las condiciones del tráfico y del clima.
En los carriles adicionales, la velocidad máxima está limitada a 60 km/h en carreteras convencionales y a 80 km/h en vías rápidas. Esto dependerá de la vía en la que se ha instalado el carril adicional, por lo que nos remitimos al punto anterior: presta atención a la señalización en todo momento.
Al cambiar de carril para entrar o salir de un carril adicional, utiliza los intermitentes para informar a otros conductores de tus intenciones. Asegúrate de verificar tus espejos y puntos ciegos antes de realizar cualquier maniobra.
Debes saber que está permitido adelantar, aunque sólo por el carril izquierdo. Extrema las precauciones en estas maniobras, ya que los sentidos de la circulación en estos carriles quedan delimitados por una línea de conos y no por las clásicas líneas blancas o amarillas pintadas en el asfalto.
En este tipo de carriles, las luces de cruce son de uso obligatorio en todo momento (día y noche). En los vehículos que circulen por los carriles contiguos, las luces de corto alcance también son obligatorias. De este modo se facilita la visibilidad de todos los vehículos que circulan en una situación circunstancial.
Anticipar el tráfico es esencial al utilizar carriles adicionales. Observa el flujo del tráfico y planifica tus movimientos con anticipación. Si ves que un carril adicional se está acabando, comienza a integrarte con el tráfico principal con suficiente antelación. Esto evitará movimientos bruscos y mejorará la seguridad en la carretera.
Lo mismo ocurre con la distancia de seguridad, a la que hay que prestar mucha atención en este tipo de carriles. Debido a la ausencia de carriles de escapatoria lateral, la separación entre los vehículos que circulen por carriles adicionales debe ampliarse y adecuarse a las características especiales de la vía en esos momentos.
Entender y utilizar correctamente los carriles adicionales es una parte vital de la seguridad vial. Al prestar atención a la señalización, mantener una velocidad adecuada y realizar maniobras de forma segura puedes mejorar tu experiencia de conducción y contribuir a un flujo de tráfico más fluido y seguro. Recuerda que una conducción responsable no solo te beneficia a ti, sino también a todos los que comparten la carretera contigo.