Europa alberga algunas de las vías con mayor densidad de tráfico del mundo. Autopistas urbanas de circunvalación y autopistas interurbanas soportan a diario cientos de miles de vehículos, conectando grandes ciudades y canalizando flujos masivos de transporte. En este ranking actualizado de las carreteras más transitadas de Europa destacamos aquellas vías que registran los mayores volúmenes de tráfico.
En este listado encontramos circunvalaciones emblemáticas como la M25 de Londres o la M-30 de Madrid, así como tramos de autopistas clave en la red viaria europea. La madrileña M-30 ocupa orgullosamente el segundo puesto, consolidándose como una arteria fundamental de la movilidad urbana europea.
La M25 es el enorme anillo de autopista que circunvala Londres a lo largo de 188 km, conectando con numerosas autopistas radiales del Reino Unido. Es ampliamente reconocida como la carretera más transitada de Europa por volumen total de vehículos. Cada año circulan por la M25 unos 400 millones de vehículos, lo que equivale a una media diaria de 1,1 millones de desplazamientos.
A pesar de su gran capacidad (hasta 8 carriles por sentido en tramos), la M25 sufre atascos frecuentes. Aun así, mantiene una velocidad media relativamente alta (unos 70 km/h) gracias a su diseño y gestión.
Inaugurada completamente en 1986, esta circunvalación desempeña una función vital: desviar el tráfico de larga distancia fuera del centro de Londres y enlazar importantes rutas (aeropuerto de Heathrow, puentes sobre el Támesis, etc.). Su magnitud y uso intensivo hacen que la M25 aporte aproximadamente el 15% de todo el tráfico de autopistas del Reino Unido.
La M-30 de Madrid ocupa el segundo puesto entre las vías europeas con mayor tráfico. Se trata del anillo de circunvalación interior de la capital española, con 32,5 km de longitud rodeando el centro de la ciudad. Es la carretera más transitada de España, con aforos que superan los 300.000 vehículos diarios en días laborables. Si sumamos el tráfico de todos sus tramos, la M-30 alcanzó en 2024 cerca de 375 millones de desplazamientos en el año (aproximadamente 1 millón al día).
La M-30 conecta todas las autopistas radiales desde Madrid y distribuye el flujo de entrada/salida de la ciudad. Una particularidad de esta vía es su mezcla de tramos en superficie y tramos subterráneos (túneles del by-pass sur y junto al río Manzanares), con límites de velocidad diferenciados: 90 km/h en superficie y 70 km/h en túnel. Pese a soportar un tráfico enorme, mantiene una velocidad media en torno a 69 km/h gracias a continuas mejoras de infraestructura.
Bajo la gestión de Emesa, en coordinación con el Ayuntamiento de Madrid a través de la sociedad mixta Madrid Calle 30, se vela por la seguridad y la fluidez para más de un millón de usuarios diarios en esta autopista urbana. La M-30, auténtica espina dorsal de la movilidad madrileña, es motivo de orgullo local por figurar entre las carreteras más transitadas de Europa y por su contribución a la circulación más eficiente en la ciudad de Madrid.
La A86 es la segunda autopista de circunvalación de París (la “segunda corona” alrededor de la capital francesa, situada más allá del Boulevard Périphérique). Con sus aproximadamente 80 km de recorrido semicircular, la A86 soporta un tráfico intensísimo diario. En cifras recientes, registra en torno a 300 millones de vehículos al año, lo que equivale a unos 820.000 vehículos por día en promedio.
Estas estadísticas la sitúan apenas por debajo de los colosos M-30 y M25 en volumen. Sin embargo, la A86 suele presentar más saturación en hora punta: su velocidad media ronda los 60 km/h, reflejando frecuentes atascos en tramos críticos.
La A86 conecta importantes suburbios parisinos y polos de actividad, sirviendo de alternativa al congestionado anillo interior del Périphérique. Una curiosidad es que en su tramo oeste incluye el llamado Tunel Duplex de A86, un túnel de dos niveles superpuestos reservado a vehículos ligeros, construido para cerrar el anillo oeste bajo el río Sena.
La A10, conocida como el Ring Amsterdam, es la autopista que circunvala la ciudad de Ámsterdam. Aunque de menor extensión (aprox. 32 km) que otras circunvalaciones europeas, su importancia es mayúscula en los Países Bajos: concentra tráfico urbano, nacional e internacional en un país de alta densidad vehicular. La A10 mueve unos 200 millones de vehículos al año, equivalentes a unos 550.000 vehículos diarios en promedio
Este anillo conecta directamente con las principales autopistas holandesas que parten de Ámsterdam, funcionando como distribuidor de todo ese flujo. La intensidad de circulación en la A10 es notable a todas horas, y suele ralentizarse en puntos críticos, aunque mantiene una velocidad media cercana a 65 km/h.
No solo las circunvalaciones urbanas acaparan grandes volúmenes de tráfico: también algunas autopistas interurbanas destacan por su densidad. En Europa, la autopista A1 francesa (Autoroute A1, también llamada Autopista del Norte) se considera la vía interurbana más transitada. Une la ciudad de París con Lille y la frontera con Bélgica, pasando por importantes núcleos como el aeropuerto Charles de Gaulle.
Aunque su intensidad varía por tramos, cerca de París llega a superar los 200.000 vehículos diarios (especialmente en el tramo inicial entre la capital y el aeropuerto). La A1 soporta un alto porcentaje de tráfico pesado, dado que es un corredor clave para el transporte de mercancías entre el norte de Europa y el centro/sur de Francia. De hecho, gran cantidad de camiones internacionales circulan por ella a diario, lo que obliga a gestionar cuidadosamente áreas de servicio y descanso para transportistas.
Esta autopista de 211 km fue inaugurada en los años 1960 y desde entonces es la columna vertebral del norte francés. Conecta con otras vías europeas (forma parte de la ruta E15) y canaliza tanto tráfico comercial como millones de viajeros hacia el norte (Benelux, Reino Unido vía el Eurotúnel, etc.). Su volumen anual de vehículos se estima en decenas de millones, comparable a las grandes arterias alemanas o italianas, lo que la hace merecedora de figurar en este ranking.
En resumen, las carreteras mencionadas, tanto las circunvalaciones urbanas como autopistas de largo recorrido, son verdaderos ejes neurálgicos de la movilidad europea. Sus cifras de tráfico impresionan, pero también subrayan su importancia: son arterias vitales para la economía y la conectividad del continente.
