Las carreteras de hormigón o asfalto presentan características diferentes. En España, dominan las construidas con el segundo material, aunque las primeras son una buena alternativa. Esta razón se debe a la necesidad de cubrir una serie de requisitos, como la durabilidad en el tiempo o la poca generación de ruido. Para que puedas apreciar lo que ofrece cada una, a lo largo de esta entrada encontrarás sus diferencias. Así, sabrás por qué un material es más utilizado que el otro.
Al construir una carretera, es esencial utilizar los materiales adecuados. De lo contrario, las nuevas vías no soportarán la circulación de un tráfico muy diverso durante décadas. Es por esto que tanto el asfalto como los pavimentos de hormigón son buenas opciones, pero ofrecen características diferentes.
Tener en cuenta el ruido que genera la carretera es esencial, ya que en muchas ocasiones habrá un edificio o una vivienda cerca. Por tanto, es fundamental causar las menores molestias posibles. En este aspecto el asfalto supera al hormigón. El hormigón genera mucho más ruido debido a las rugosidades que presenta el material una vez se ha secado.
La diferencia radica en la adherencia del firme. En este aspecto, el asfalto vuelve a mostrarse como la mejor alternativa, en especial cuando las condiciones climáticas son adversas. El hormigón no destaca en esta característica, lo que puede generar problemas graves. A la hora de frenar, por ejemplo, los vehículos no conseguirían pararse a tiempo de evitar un choque.
Si el tráfico fuera muy intenso, los accidentes serían más frecuentes, en especial en los días de lluvia. Esto se debe a que un firme de hormigón presenta irregularidades, por lo que es menos homogéneo.
Las carreteras de hormigón destacan por un menor impacto en el medio ambiente. Al no necesitar tanto mantenimiento, no se consumen tantos recursos para que se puedan seguir usando en buenas condiciones. Esto las hace más eficientes que las de asfalto al necesitar menores cuidados durante toda su vida útil.
Incluso, las carreteras de hormigón contribuyen a reducir la temperatura en las ciudades, ya que presentan una mayor capacidad de refracción. Así, se evita la aparición de islas de calor en los entornos urbanos, algo que resulta problemático en los meses centrales del verano.
La construcción de una carretera de hormigón es más barata. Se ha estimado en 2022 que el ahorro anual que supondría la construcción de todas las nuevas carreteras con este material sería de 43 millones de euros. Tal reducción es fruto de unas necesidades menores de mantenimiento y conservación, por lo que los costes de mantenimiento se reducen.
Como ya has visto, las necesidades de mantenimiento son más bajas en las carreteras de hormigón. Su durabilidad es la razón detrás de esta característica. El firme de hormigón se mantiene en buen estado durante varias décadas, ya que soporta mejor los impactos y el desgaste que los firmes asfálticos.
Una carretera construida con hormigón vuelve a superar al asfalto en este punto. Al ser más resistente, el hormigón posee una vida útil de unos 45 años, frente a los 15 del asfalto. De este modo, se consigue el ahorro en mantenimiento del que se hablaba en el anterior punto.
En definitiva, elegir entre carreteras de hormigón o pavimentos de asfalto es difícil, aunque estas últimas son las que van ganando. Al fin y al cabo, se prioriza la seguridad de los conductores frente al ahorro o una vida útil de cuatro décadas. De este modo, se garantiza una mayor seguridad.