¿Sabías que el primer navegador, llamado automapa, fue creado por un español? Pues bien, mucho antes de que Roger L. Easton inventara el GPS, un leonés, en los años 50, ideó un moderno sistema de navegación para carreteras. Un dispositivo parecido a una cámara fotográfica antigua capaz de definir la posición de nuestra ruta. Y lo mejor de todo, el conductor no necesitaba recurrir a los tradicionales mapas de Firestone de la época. A continuación, te lo contamos.
Este artilugio, obra del ingeniero industrial Antonio Martín Santos, bien podría considerarse como el primer GPS de la historia, ya que se trataba de un sistema de navegación capaz de determinar la posición de un vehículo en la carretera. Un proyecto muy adelantado a su época cuya popularidad empezó a gestarse hace ya bastantes años.
Antonio Martín era un ingeniero industrial con amplia experiencia en la inspección de vehículos. Su carrera profesional lo llevó a convertirse en un alto cargo de la Delegación de Industria de León.
El 7 de noviembre de 1954, tomó su Simca 9 rumbo a Jerez de la Frontera con el ánimo de visitar a su hija recién casada. Al llegar la noche y después de un largo trayecto, Antonio se perdía en la campiña sevillana con varios de sus familiares. Por fin, y después de muchos problemas, encontró la ruta apropiada.
En primer lugar, destacaba su pequeño tamaño (se situaba en el salpicadero del coche). En este sentido, su aspecto era bastante similar al de los navegadores actuales.
El auto-mapa, contaba con un botón para detener su marcha, por si el conductor tomaba otra ruta o quería descansar. El Auto-Mapa tenía un patrón similar al Iter Avto italiano, un rutómetro usado por los copilotos de los años 30 en la Mille Miglia.
Como te puedes imaginar, el invento del ingeniero leonés atrajo a importantes marcas comerciales, como, por ejemplo, General Motors o Fiat. Sin embargo, a pesar de su éxito, nunca llegó a comercializarse.
Los reconocimientos del Auto-Mapa no fueron pocos. Entre ellos, destacamos:
Aunque puedes encontrar otros aparatos parecidos, no has de olvidar que el dispositivo del leonés se adelantó nada menos que 30 años en la historia. A continuación, te explicamos cómo surgieron algunos de estos dispositivos.
En 1909, el norteamericano J.W. Jones inventó un asistente de rutas en carretera. Jones Live Map estaba formado por unos discos que contaban con toda la información en forma radial de una ruta precisa y a lo largo de 100 millas. Estos discos estaban conectados al velocímetro del vehículo. El principal inconveniente era su dificultad de actualización debido a las rápidas modificaciones estructurales de las carreteras.
En 1942, Hedy Lamarr, actriz de Hollywood e ingeniera autodidacta, ideó un sistema de detección de torpedos teledirigidos. Este sistema estaba inspirado en un principio musical y era capaz de hacer saltar señales de transmisión entre las frecuencias del espectro magnético. Lo patentó junto a su compañero y amigo George Antheil y dicho invento fue precursor del bluetooth, el wifi y el GPS tal y como hoy lo conocemos. No es un invento similar al Auto-Mapa, pero influyó mucho en los sistemas GPS que utilizamos a día de hoy.
La casa Ford intuyó en 1964 el apogeo de los asistentes de navegación para los coches del futuro. Como respuesta a esa inquietud, expusieron Concept Aurora en el Salón de Detroit. El proyecto se basaba en varias mejoras del habitáculo del automóvil y en un navegador situado en el salpicadero. La cartografía del aparato se adaptaba mecánicamente a la conducción.
Los navegadores actuales comenzaron a gestarse en proyectos como el Auto-Mapa, creado por el ingeniero leonés Antonio Martín Santos. Este original invento fue exhibido en Barcelona en 2019 durante su 65 aniversario. Podemos decir, que actualmente recurrimos con frecuencia a los descendientes del automapa para movernos por las ciudades y por cualquier parte del mundo.