Los apoyos son un elemento fundamental en el comportamiento de los puentes, tanto a nivel funcional como en lo que respecta a su durabilidad. En este artículo vamos a tratar de dar a conocer este elemento tan importante como poco conocido fuera del ámbito de la ingeniería.
Esta podría ser la primera pregunta, a lo que se podría contestar que son aquellos dispositivos que transmiten los esfuerzos del tablero a los elementos que lo sustentan (pilas y estribos), y que además permiten ciertos movimientos del tablero e impiden otros, o lo que es lo mismo, sirven de conexión entre la superestructura y la subestructura de un puente.
Por lo tanto, se puede decir que sus funciones principales son:
En lo que respecta a su tipología, hay numerosos aspectos que la condicionan, entre los que destacan las cargas verticales y horizontales que admiten, la capacidad de rotación o los desplazamientos tanto longitudinales como transversales que permiten.
De forma generalizada se clasifican en fijos (permiten rotación pero no desplazamiento), móviles (permiten rotación y desplazamiento) y mixtos. Estos últimos ofrecen múltiples ventajas respecto al resto.
No obstante, existe una clasificación bastante extendida y normalizada según la Norma UNE-EN 1337:
– Apoyo elastomérico.
– Apoyo de rodillo.
– Apoyo tipo POT.
– Apoyo oscilante.
– Apoyo PTFE cilíndrico y esférico.
– Apoyo guiado y confinado.
– Otras tipologías.
Los apoyos existentes en las estructuras de la M-30, tanto en puentes como en pasarelas, son en su práctica totalidad de tipo elastomérico, por lo que nos centraremos en este tipo en concreto.
Los apoyos elastoméricos están formados por bloques de elastómero vulcanizado (ya sea neopreno y los más modernos de Neoflon) entre los que se intercalan, para su refuerzo, una o varias placas de acero. Estos apoyos pueden completarse con otros componentes de bloqueo o de antideslizamiento. Generalmente se denominan apoyos de neopreno zunchado.
Los apoyos elastoméricos se deforman, permitiendo movimientos en dos direcciones distintas, giros en tres ejes diferentes, absorción de cargas verticales y absorción de cargas horizontales de corta duración.
El uso de este tipo de apoyos está muy extendido, lo que se debe en gran parte a sus buenas características como son:
Estos apoyos son susceptibles de degradarse a lo largo de su vida útil debido a numerosos factores, como pueden ser una colocación deficiente, una mala calidad de los materiales, un diseño incorrecto del apoyo, por la presencia de filtraciones y humedades, por una incorrecta nivelación de los componentes, etc.
Estos componentes tienen una alta durabilidad, no obstante y debido a su importancia dentro del comportamiento de la estructura, se revisan dentro de las Campañas de Inspecciones periódicas que se realizan cada cinco años, donde se utilizan medios de acceso que permiten su observación directa.
El objetivo del mantenimiento de los apoyos en los puentes es optimizar su durabilidad y preservar las máximas condiciones de funcionalidad y comodidad de cara al tránsito de vehículos que hacen uso de la M-30 de Madrid.