¿Se acabaron los ángulos muertos en los coches autónomos? El desarrollo tecnológico no tiene límites; los fabricantes luchan por desarrollar el automóvil más cómodo y por encima de todo, el más seguro. Además, la forma en que concebimos la conducción cambia a pasos de gigante. La cúspide de la evolución son los coches autónomos, provistos de nuevos avances y que te dan menos preocupaciones.
Los ángulos muertos de un vehículo son aquellas zonas que quedan «ciegas», zonas tapadas por otros elementos (espejo retrovisor, carrocería, etc.) donde el conductor no tiene visión. Por lo tanto, existen colisiones no determinadas por nuestra desatención, sino por la falta de visión de otros vehículos.
Cada año, cerca de 1,3 millones de personas mueren en las carreteras, algunas de ellas por el temido ángulo muerto.
Ante la necesidad de plantear coches más seguros, arriban aplicaciones tecnológicas que te ayudan en la conducción. La más innovadora que encontrarás es el vehículo autónomo, un coche con sistemas informáticos que puede imitar y mejorar nuestra capacidad para conducir. De hecho, para el año 2030, se estima que el 15 % de los automóviles serán autónomos.
La Dirección General de Tráfico ha adoptado cinco niveles de vehículos autónomos:
La tecnología empleada para eliminar los ángulos muertos se divide en dos tipos: la que nos avisa de la existencia de un vehículo en el ángulo muerto y la que se manifiesta cuando vamos a realizar un cambio de carril. Para coches autónomos con intervención del conductor tendríamos lo siguiente.
Te informa mediante un símbolo iluminado de los posibles obstáculos en la vía, que coinciden justo con el ángulo muerto del coche. La señal suele presentarse en el pilar A de la carrocería o en los espejos retrovisores. Si la señal luminosa pasa desapercibida, el asistente puede funcionar con señal acústica.
Introducido por el gigante japonés Honda. Comprende la instalación en el coche de cuatro cámaras pequeñas:
En la pantalla del navegador verás la proyección de las cámaras, que te aseguran el control absoluto de todos los ángulos muertos del coche.
Las ventajas son evidentes: el aparcamiento se facilita y tenemos la certeza de poder ver todos los vehículos que circulan a ambos lados de nuestro automóvil. Las cámaras están provistas de gran angular para facilitarnos la conducción por zonas estrechas. La pantalla nos muestra la distancia a la que se encuentra el vehículo de los posibles obstáculos.
La ShadowCam es capaz de interpretar sombras en aquellas zonas donde tenemos visibilidad reducida. Esta cámara permite detectar obstáculos de forma más rápida que un radar LIDAR (es 0,72 segundos más veloz), un dato importante en caso de riesgo.
Ubicados en los paragolpes traseros, su función es vigilar la zona lateral de tu coche. Suelen ser sensores de radar con poco alcance y procesado de imágenes. Estos sensores te informan mediante un aviso acústico, visual, táctil o por un sumatorio de ellos. Su campo de acción para vehículos situados en nuestro ángulo muerto es de 10 metros del espejo retrovisor hacia la parte trasera del coche y 4 metros de anchura.
Con respecto a la autonomía de los coches, una encuesta del año 2019 de IAM Road Smart, organización para la seguridad vial con sede en Reino Unido, nos desvela los siguientes datos:.
Y aunque Elon Musk crea que en un futuro se prohibirá conducir, los encuestados no opinan lo mismo:
Al final somos vigilantes natos de la carretera, nos gusta hacer uso de los sensores de detección y tener cierto grado de control en la conducción.
Los vehículos que conducimos a diario tienen sensores de todo tipo, cámaras o radares. Estos sistemas te ayudan a resolver los problemas derivados del ángulo muerto, velan por tu seguridad y te hacen la conducción más cómoda.